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Tratamiento

Traducido del inglés. Mostrar original.

Equipo de redacción

Consideración del tratamiento del síndrome de las piernas inquietas (SPI) en un adulto:

La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) recomienda que el primer paso en el tratamiento del SPI sea abordar los factores exacerbantes, como el alcohol, la cafeína, los medicamentos antihistaminérgicos, serotoninérgicos y antidopaminérgicos, y la apnea obstructiva del sueño no tratada (1).

Las medidas no farmacéuticas incluyen

  • evitar el alcohol, la cafeína y el tabaco
  • buena higiene del sueño
  • ejercicio moderado y regular
  • evitar el sobreesfuerzo, el estrés o la privación de sueño
  • breves paseos u otras actividades motoras, baños calientes o masajes en las piernas antes de acostarse

Niveles de hierro en el SPI

En todos los pacientes con SPI clínicamente significativo, los médicos deben realizar periódicamente estudios del hierro sérico, incluida la ferritina y la saturación de transferrina (calculada a partir del hierro y la capacidad total de fijación del hierro).

  • lo ideal es que las pruebas se realicen por la mañana, evitando todos los suplementos y alimentos que contengan hierro al menos 24 horas antes de la extracción de sangre (1)
  • la deficiencia de hierro desempeña un papel central en la síntesis, el transporte y la regulación sináptica de los neurotransmisores
    • como cofactor de la tirosina hidroxilasa, el hierro es esencial para la síntesis de dopamina, y su carencia reduce la producción de dopamina y la actividad del transportador de dopamina (DAT), alterando así la homeostasis sináptica de la dopamina
    • la disfunción del sistema dopaminérgico es una hipótesis importante de la fisiopatología del SPI (2)
  • en caso de anemia ferropénica o ferritina sérica inferior a 90 μg/L
    • iniciar una investigación para identificar una posible causa de deficiencia de hierro
    • los pacientes con una ferritina sérica inferior a 90 μg/L deben empezar a tomar suplementos de hierro (3)
    • señalar que la anemia no es un marcador suficientemente sensible de la ferropenia (3)

ligandos de los canales de calcio α2δ (pregabalina o gabapentina)

  • en los últimos años, el potencial terapéutico de los ligandos α2δ de los canales del calcio, como la gabapentina y la pregabalina, ha cobrado importancia en el tratamiento del SPI
  • se recomiendan como opciones farmacológicas de primera línea para las personas con síntomas frecuentes o diarios
  • el uso de pregabalina o gabapentina en el SPI no está autorizado para ambos medicamentos
  • tener en cuenta que esta clase de medicamentos puede tener efectos adversos, como mareos y somnolencia, que pueden influir en la toma de decisiones compartida por prescriptores y pacientes (1)
  • las dosis de medicación deben mantenerse en el mínimo necesario para la mejoría sintomática, ya que el riesgo de efectos adversos con estos medicamentos es proporcional a la dosis
  • pregabalina (3)
    • dosis inicial: 75 mg en menores de 65 años y 50 mg en mayores de 65 años
    • no existen orientaciones específicas sobre el ajuste de dosis y la necesidad de dividir la dosis diaria
      • nótese que para otra indicación (dolor neuropático), se aconsejan dosis divididas, y se recomienda que la dosis inicial de pregabalina se duplique después de 3-7 días, y luego se aumente semanalmente hasta la dosis máxima si es necesario.
  • gabapentina (3)
    • dosis inicial: 300 mg si la persona es menor de 65 años y 100 mg si es mayor de 65 años
    • no existen orientaciones específicas sobre el ajuste de dosis y la necesidad de dividir la dosis diaria
    • tenga en cuenta que, para otras indicaciones, se recomienda iniciar el tratamiento con gabapentina con 300 mg una vez al día el primer día, dos veces al día el segundo día y tres veces al día el tercer día, seguido de incrementos de 300 mg/día cada 2-3 días hasta la dosis máxima si es necesario.

opiáceos débiles (como codeína o tramadol), tomados de forma intermitente o regular (dependiendo de los síntomas), es una alternativa

  • los opiáceos débiles (codeína o tramadol) pueden utilizarse de forma intermitente o diaria para el SPI doloroso
  • No obstante, el médico debe tener en cuenta el riesgo de dependencia a los opiáceos cuando los prescriba.

Agonistas dopaminérgicos

  • agonistas dopaminérgicos no ergotamínicos, por ejemplo pramipexol, ropiniprol
  • agonistas dopaminérgicos ergotamínicos (p. ej. cabergolina, pergolida) menos preferidos debido a sus efectos secundarios
  • los agonistas dopaminérgicos ya no se utilizan como tratamiento de primera línea para el SPIdebido a las complicaciones asociadas
    • aumento (sugerido por un empeoramiento del SPI acompañado de la necesidad de aumentar la dosis de agonista dopaminérgico) (2)
      • el aumento se refiere a un empeoramiento paradójico de los síntomas del SPI inducido por el fármaco, que a menudo se presenta como un inicio más temprano de los síntomas durante el día, un aumento de la gravedad de los síntomas o la extensión a otras partes del cuerpo
      • El riesgo de aumento aumenta con dosis más altas (>0,5 mg/día de pramipexol o >4 mg/día de ropinirol), uso prolongado y dosis vespertinas o múltiples diarias.
      • La incidencia acumulada a lo largo de 10 años de aumento con agonistas dopaminérgicos supera el 60% en algunas cohortes.
    • Riesgo de desarrollar un trastorno del control de los impulsos.

Obsérvese que los agonistas dopaminérgicos pueden seguir estando indicados para pacientes individuales en función de las circunstancias y las preferencias del paciente.

  • La guía de la AASM señala que el ropinirol o el pramipexol pueden utilizarse para tratar el SPI en pacientes que valoran más la reducción de los síntomas de piernas inquietas con el uso a corto plazo y menos los efectos adversos con el uso a largo plazo (en particular el aumento)
  • en los pacientes que utilizan actualmente estos fármacos, los médicos deben evitar la interrupción brusca de los agonistas dopaminérgicos, ya que esto puede precipitar un SPI de rebote dramático; en estas circunstancias, se debe consultar a los expertos locales sobre un plan de reducción de la dosis a largo plazo.

Referencia:

  1. Winkelman JW et al. Treatment of restless legs syndrome and periodic limb movement disorder: an American Academy of Sleep Medicine clinical practice guideline. J Clin Sleep Med. 2025 Jan 1;21(1):137-152.
  2. Xu Y, Guan Y, Lang B. Unraveling Restless Legs Syndrome: A Comprehensive Review of Current Research and Future Directions. Int J Gen Med. 2025 Jul 23;18:4041-4055.
  3. NHS Nottinghamshire Area Prescribing Committee (marzo de 2023). Restless legs treatment algorithm (consultado el 8 de octubre de 2025).

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